¿Qué es la arquitectura funcional moderna?
Para hablar de la arquitectura moderna, no se puede dejar de mencionar el Art Nouveau, el movimiento que surgió a finales del siglo pasado, casi al mismo tiempo en varios centros de Europa, y que en Italia tomó el nombre de Liberty o Floral. Este fue un momento muy importante en la historia del arquitecto, tanto porque marcó un período de independencia de los esquemas fijos o clasicistas como porque los arquitectos del Art Nouveau merecen crédito por haber tenido la intuición iluminadora de la naturaleza de los materiales que estaban utilizando.
ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA
Es decir, haber comprendido que con el cemento y el hierro se podían crear nuevas formas, formas derivadas de la función de estos materiales. Desde estos puntos de vista, este período puede considerarse más propio de nuestro siglo que del pasado. Sin embargo, no al nivel de las realizaciones ya que la Libertad se limitaba a la investigación del arte por el arte, es decir, bajo una forma más artesanal que social y las obras de este período, decayendo en un puro estilismo ornamental, son casi totalmente de buen gusto y desagradables. Sin embargo, la tan depreciada Libertad con su y revolución s, se puede considerar, en muchos sentidos, el precursor de la arquitectura moderna, aunque sólo con el posterior advenimiento de esa corriente purificadora llamada racionalismo, la arquitectura encontraría el camino correcto de expresión y renovación.
LOS ARQUITECTOS MODERNOS
En nuestro siglo, la arquitectura ha experimentado una evolución radical debido a los grandes problemas que el progreso actual le ha planteado. Estos problemas técnico-estéticos, económicos e incluso sociales son de hecho sólo aspectos de la propia evolución. Ya la superposición de lo romántico y lo neoclásico había desplazado el concepto arquitectónico del campo puramente estético al parcialmente funcional. Además, la introducción de nuevos materiales como el cemento, los metales y el vidrio y, en consecuencia, los nuevos métodos de construcción, han provocado un profundo cambio externo e íntimo de valores, ayudado por las corrientes artísticas de los últimos cincuenta años.
Las nuevas técnicas han permitido, por tanto, poner de relieve con mayor claridad una novedad formal latente y preexistente; algo que, por otra parte, ya había ocurrido en épocas pasadas cuando se presenció la transición de un estilo a otro y cuando el arte a menudo anticipaba el advenimiento de un sistema de construcción diferente. El término funcional, es decir, que responde a la función, pasó a significar hace unos treinta años ese sistema de construcción en el que el uso de un material siempre sigue los requisitos económicos y técnicos para lograr un resultado artístico.
Por arquitectura funcional se entiende, por tanto, aquella que busca fusionar íntimamente los criterios de belleza y utilidad en la correspondencia exacta con el propósito al que se destina. Toda la estética arquitectónica se basaba en este principio, que a menudo era excesivo, de modo que, con el primer racionalismo, todos los elementos (ornamentales, decorativos) más allá de la estática del edificio se negaban a tener razón de ser. Este concepto de funcionalidad se sintió lógicamente en épocas anteriores, cuando la urgencia social, higiénica y económica aún no se había recuperado totalmente; por lo tanto, la funcionalidad del castillo, el palacio y el templo era más psicológica que económica o técnica.
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